Por: Nelson Hernández
Producto
de la tendencia mundial referente a la descarbonización de la matriz energética
global, las inversiones en energía han tomado un giro para alcanzar tal
objetivo.
La
grafica a continuación muestra valores para el año 2015 y 2025, en diferentes
fuentes y aéreas energéticas.
A
continuación, un breve análisis sobre la variaciones.
1. Disminución
en Petróleo y Gas (- 28.3%)
- Demanda proyectada en declive por la transición energética, con
gobiernos estableciendo metas de reducción de emisiones y moratorias de
exploración petrolera.
- Volatilidad de precios y costes de extracción en áreas complejas,
reduciendo atractivo de nuevas inversiones.
- Competencia de energías renovables y eficiencia que erosionan cuota de
mercado de hidrocarburos.
- Cambio de paradigmas. (vehículos eléctricos Vs. vehículos combustión interna)
- Electrificación de la demanda
2. Explosión de
Renovables (+108.6%)
- Caída de costos nivelados de energía (LCOE): Solar PV y eólica en
tierra han visto reducciones de costo del orden del 80% en la última
década.
- Políticas de apoyo como subastas, tarifas feed-in y objetivos de
energía limpia para 2030/2050.
- Mayor financiamiento de inversores ESG y fondos verdes, con flujos de
capital alineados a criterios de sostenibilidad.
- Aceleración producción hidrogeno verde
3. Expansión de
Redes y Almacenamiento (+44.3%)
- Necesidad crítica de integrar capacidad renovable intermitente.
- Proyectos de baterías y sistemas de almacenamiento por bombeo en hidroeléctricas
en auge para balancear la oferta y la demanda.
- Actualizaciones de infraestructura eléctrica para digitalización y redes inteligentes (smart grids).
4. Aumento de
Eficiencia Energética (+42.1%)
- Incentivos regulatorios y programas gubernamentales para mejorar
eficiencia en edificios, industria y transporte.
- Tecnologías de ahorro energético cada vez más maduras (bombas de
calor, iluminación LED, sistemas avanzados de control).
- Retorno de inversión atractivo, reduciendo costes operativos.
5. Crecimiento
de Electrificación (+130.9%)
- Electrificación del transporte (vehículos eléctricos) y procesos
industriales.
- Desarrollo de infraestructura de carga (electrolineras) y mejora de
redes para manejar demanda adicional.
- Sinergia con renovables para ofrecer “electricidad limpia”.
6. Incremento
en Nuclear y E-fuels (+100%)
- Proyectos de nueva generación nuclear (SMRs) apoyados por paquetes de
estímulo verde.
- Interés en e-fuels como vectores energéticos de baja huella de
carbono, especialmente en sectores difíciles de descarbonizar (aviación, transporte
marítimo).
7. Inversión en
Gestión de Carbono (+13.1%)
- Financiación de proyectos de captura, uso y almacenamiento de carbono
(CCUS).
- Clave para mitigar emisiones residuales en industrias pesadas (acero,
aluminio, etc.)
Conclusión:
La transición global hacia un
sistema energético descarbonizado explica la reorientación masiva del capital.
La priorización de tecnologías limpias, la modernización de la infraestructura
y el impulso a la electrificación reflejan el compromiso creciente de actores
públicos y privados con los objetivos climáticos y de sostenibilidad.