Aspectos resaltantes del
documento de BP (2022) sobre su Visión Energética al 2050
(Traducción libre: N.
Hernandez)
Documento:
Identifica aspectos de la transición energética que
son comunes a través de los distintos escenarios, dando así una visión de cómo evolucionara
el sistema energético en los próximos 30 años.
- El presupuesto de emisiones de CO2 está mermando.
Las emisiones han aumentó cada año desde la COP de París en 2015, excepto
en 2020. Retrasar la acción decisiva para reducir las emisiones de forma
sostenible podría conducir a importantes costes económicos y sociales.
- Ambiciones gubernamentales a nivel mundial han
crecido notablemente en los últimos años apuntando a un nuevo y mayor
impulso en hacer frente al cambio climático. Pero existe una gran
incertidumbre en cuanto a cómo los países exitosos y las regiones alcanzaran
el logro de esos objetivos y promesas.
- La estructura de la demanda de energía cambia,
con el decrecimiento gradual de los combustibles fósiles, reemplazados por una creciente cuota de energías
renovables y creciente electrificación de la economia. Los transición a un
mundo bajo en carbono requiere de la participación de otras fuentes y
tecnologías, incluyendo hidrógeno bajo en carbono, bioenergía moderna y captura,
uso y almacenamiento del carbono (CCUS).
- El movimiento hacia un sistema energético bajo en
carbono conduce a una reestructuración fundamental de los mercados
mundiales de la energía, con una mix energético más diversificado, mayores
niveles de competencia, rentas económicas cambiantes, y un papel más
importante de los usuarios energéticos.
- La demanda de petróleo aumenta por encima de su
pre-COVID-19 antes de comenzar a descender producto de su salida paulatina
de la matriz energética. Esta disminución de la demanda de petróleo son
impulsadas por el aumento de la eficiencia y electrificación de transporte
por carretera. Por otra parte, la declinación natural de los yacimientos
de hidrocarburos existentes, implica continuar inversiones a nivel de
upstream para garantizar petróleo y gas en los próximos 30 años.
- El uso de gas natural es apoyado, al menos por un
período, mediante el aumento de la demanda en las economías emergentes de
rápido crecimiento a medida que continúan industrializándose y reducir su
dependencia del carbón. El crecimiento del GNL juega un papel central en
el aumento de los mercados emergentes para el acceso al gas natural.
- La energía eólica y solar se expanden rápidamente,
contabilizando todos o la mayor parte del aumento global de generación de
energía, sustentada por continuas caídas en sus costes y una capacidad
cada vez mayor de sistemas de potencia para integrar altas concentraciones
de las distintas fuentes de energía. El crecimiento en la energía eólica y
solar requiere un aumento sustancial en la ritmo de inversión en ambos para
nuevas tecnologías, infraestructura y capacidades de generación.
- El uso de la bioenergía moderna aumenta
sustancialmente, proporcionando una baja emisión de carbono, alternativa a
los combustibles fósiles en sectores difíciles de prescindir de estos.
- El uso de hidrógeno bajo en carbono aumenta a
medida que el sistema energético se descarboniza progresivamente. Es un
vector para llevar energía a las actividades y procesos que son difíciles
de electrificar, especialmente en la industria y transporte La producción de
hidrógeno bajo en carbono es dominado por hidrógeno verde y azul, con
hidrógeno verde creciendo en importancia a lo largo del tiempo.
- CCUS juega un papel central apoyando para
alcanzar un sistema energético bajo en carbono: captura de emisiones de
los procesos industriales, proporcionando una fuente de carbono y eliminación
de CO2 de la atmosfera.
- Un conjunto de acciones para remover el CO2,
incluida la bioenergía combinado con CCUS son necesarias para que el mundo
logre una profunda y rápida descarbonización de sus sistema energético (Transición
Energética)
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