lunes, enero 17, 2011

El hidrógeno matará el petróleo

Jose Suarez Nuñez

Ahmed Yamani, poderoso exministro de petróleo de Arabia Saudita, declaró que cuando el hidrógeno se desarrolle el petróleo estará muerto como líder energético, aunque seguirá existiendo. 

Es casi seguro que pueda seguir subiendo hasta superar el precio de 145 dólares que registró en julio del 2008, aunque no en este trimestre, pero estas alzas no tienen nada que ver con la oferta y la demanda del mercado, y también vendrá el ciclo de la baja, que será devastador porque la economía no se ha recuperado, dicen otros analistas del mercado. 

El precio del petróleo está en manos de los especuladores de 15 a 20 (Hedge Funds) y varios de los mayores bancos de inversión mundiales, que están sosteniendo una burbuja artificial con las transacciones de los precios altos del petróleo, que no tiene nada que ver con la oferta y la demanda. 

Pero los especuladores no encuentran otro "commodity" donde invertir tan seguro y rentable como el petróleo, y si la Opep no incrementa la producción, la situación se mantendrá a la alza, pero la burbuja no puede estar inflada todo el tiempo. 

Yamani asegura que el carro eléctrico no desplazará el petróleo, porque siempre se necesitarán energías fósiles, pero retomando el impacto de los precios altos, estos inclinarán las inversiones en energías superiores como el hidrógeno, cuya materia primera es el aire accesible a todos, y no daña el ambiente. 

En contraste, Christopher Steiner, autor del libro 20 dólares el galón no espera un retorno a la crisis del 2008, ni espera que el precio del barril de petróleo pase más de 100 dólares, en el primer trimestre del año. Indica como primer argumento el aumento y la seguridad del suministro. 

Esa es una de las explicaciones de que las compañías están vendiendo las refinerías. 

Los precios han subido, pero hay menos automovilistas comprando gasolina. 

La Opep está bombeando más que en el 2008 y la demanda ha bajado. Estados Unidos, Europa y Japón, están importando menos crudos que cuando los precios habían pasado de 140 dólares. 

Steiner dice que la memoria del 2008 está aún fresca y nadie quiere que se repita y en eso incluye a la Opep.
Precios extremos son obviamente malos para los importadores, pero también son malos para los productores. Productores como Arabia Saudita se sienten bien con un precio de 80 dólares el barril, porque es un buen margen y no incitan las grandes inversiones en otras Fuentes alternas. 

MOTORES DE HIDRÓGENO
Hay empresas como la Mercedes Benz y la General Motors, que ya tienen carros con motores de hidrógeno, pero su predominio masivo no se verá hasta el 2030 o 2050 y la importancia de esto es que el transporte consume el 40% del petróleo de la demanda mundial a través de la gasolina y el diesel. 

Los vehículos en lugar de motores de combustión interna, tendrán celdas de hidrógeno debajo del piso de los pasajeros, con paquetes de baterías. Estos vehículos tenían 100 millas de autonomía y ahora llegan a 300 millas. Nunca han estado activos tantos intentos para bajar el precio de las energías y hay muchos trabajos en ese sentido. El diesel y la gasolina proceden del petróleo, pero cuando los precios suben exageradamente, hay grandes inversiones para llevar el gas a líquidos, es decir en gasolina o diesel, un combustible que se convierte en barato y extraordinario. 

La firma surafricana Sasol anunció en el New York Times, que invertiría 1.000 millones de dólares canadienses, para comprar la mitad de una empresa canadiense explotadora de gas. 

Sasol posee la patente de tecnología que en décadas permitió a la fuerza aérea alemana durante la segunda guerra mundial, tener suficiente combustible para los aviones, extraído del carbón. 

La firma hizo un gran aporte también para que Suráfrica sobreviviera al embargo petrolero mundial contra el "apartheid"al llevar el gas natural y el carbón a líquidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La perspectiva sobre cómo el hidrógeno podría transformar la matriz energética y desempeñar un papel clave en la transición hacia fuentes más limpias es un motivo de optimismo en el panorama energético global. La idea de que el hidrógeno podría eventualmente desplazar al petróleo como fuente principal de energía sugiere un cambio hacia soluciones más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Al agregar la contratación de servicios de gas residencial a esta conversación, se incorpora una dimensión positiva y práctica. Contratar servicios de gas residencial no solo ofrece una alternativa eficiente y versátil para satisfacer las necesidades energéticas en el hogar, sino que también demuestra la disposición de adoptar tecnologías más limpias y sostenibles en la vida diaria. La combinación de la visión optimista sobre el potencial del hidrógeno con la elección de contratar servicios de gas residencial refleja un enfoque holístico en la gestión de recursos energéticos. Esto no solo apunta a la innovación y la adopción de tecnologías más limpias a gran escala, sino que también destaca la importancia de cambios individuales para construir un futuro más sostenible. En resumen, al considerar la posible transición del petróleo al hidrógeno, la inclusión de contratar servicio de gas residencial destaca como una estrategia positiva y coherente para mejorar la eficiencia y adoptar prácticas energéticas más sostenibles en el ámbito doméstico. Esta combinación refleja un compromiso con un futuro energético más limpio y equitativo.

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